L´Amour Toujours: Uno sabe que se ha hecho un hombre...

... cuando no le queda más remedio que hacerse su propia colada. Es más, pese a la aparente contradicción, uno se hace hombre, muy macho, un Hugh Jackman de la vida, cuando lava, no ya por la imperiosa necesidad que suscita el ver que las camisetas andan solas y las zurraspas levantan colonias con vida propia en los fondos de nuestros gayumbos Calvin, sino por el mero placer de tener -y oler- ropa limpia.
Los creativos de anuncios de detergentes son sagaces amas y amos de casa que saben mucho de la vida y conocen en primera persona el placer que supone extender una sábana al viento -más si es en una campiña verde al sur de Burdeos- y tenderla junto con otras tres semejantes que lucen un destellante blanco nuclear (con perdón de los japoneses por el símil; que no está el horno "pa" bollos, ni la central "pa" tsunamis). Si encima la lanzas a cámara lenta y ésta produce un leve sonido "a cartón", el placer roza lo sublime. Un 10 para esos publicistas, pues. Y un 11 para los de Foster´s Hollywood, que cada vez que sale uno de sus anuncios de "hamburguesas con carne a la parrilla" dan ganas de hacerse con una franquicia.

"Bienaventurados los que se fían de un cartel de

recién pintado sin necesidad tocar"

JDM

En cualquier caso -y si me preguntan lo negaré- ayer pasé cerca de una hora en la lavandería, y entre el olor a lejía y detergente, y los hipnóticos giros del tambor al centrifugar, salí del "laundromat"con ganas de after en el Space. No siendo así, me tuve que conformar con volver a casa, cenar mi pertinente ensalada de atún y cosas verdes, y meterme en la piltra aferrado a una pila de ropita con olor a jazmín.